miércoles, 16 de abril de 2014

Colombia Universo cultural de sensaciones y sentidos.


                          La Cultura en nuestro tiempo es entendida como un “ambiente” en el que nosotros, los seres humanos, vivimos y creamos a la vez, no como una simple suma de 
creaciones intelectuales y artísticas. Esta es una clara visión acerca del 
conocimiento en la sociedad actual. La mayoría de las grandes ideas 
emancipatorias son reemplazadas por los éxitos del mercado y la teoría 
postmoderna se manifiesta en una amplia variedad de campos tales como el arte, 
las comunicaciones, la filosofía, las relaciones sociales, la política, la educación y la 
cultura, entre muchas otras. Se carece de una teoría específica que explique la 
realidad y sus características específicas, totalmente contrario a como se pensaba 
y se creía en la Modernidad. 
     
 Es preciso argumentar que para comprender la ciencia y la tecnología como 
realizaciones culturales y manejar culturalmente las consecuencias de sus 
innovaciones, es necesario un marco conceptual que rompa las disociaciones 
tradicionales. Debe definirse claramente las ideas de cultura y naturaleza y que esta 
definición sea capaz de fructificar en nuevas tecnologías culturales de 
interpretación, valoración e intervención. Esto no significa que tengamos que partir 
de cero; se trata de recuperar la antigua y moderna tradición prometida de la 
concepción integrada de las culturas. Por todo esto se va a exigir una capacidad de 
comprender la complejidad de la técnica y la ciencia y de manejar las 
transformaciones culturales y en los ambientes que ellas mismas conllevan, es 
decir, nuevas formas de interpretación y valoración para las novedades que hoy 
provocan confusión y propician actitudes de incertidumbre ante las innovaciones 
tecnológicas que hoy en día son parte de nuestra realidad y nuestro diario vivir. 

Hablemos de Rasgos Culturales y sus características principales


La palabra “rasgo” denota algo característico, una cualidad que le pertenece únicamente a algo, sin importar que existan miles de atributos más parecidos o similares en muchas partes. Aquello tan propio sólo puede tener un origen, a pesar del enorme cúmulo de generalidades y similitudes que puedan existir.

Cuando hablamos de los rasgos característicos sobre la cultura, comprendemos que se clasifican según:


Lo anterior tampoco alcanza a describir todos los rasgos que tiene la cultura, pero se logra comprender de manera global que esta posee unos aspectos característicos.  Finalmente es importante reflexionar que a través de la cultura el hombre puede y debe ser capaz de reflexionar sobre si, sobre sus convicciones y su visión moral y ética.

   ¿Cuál es su posición frente al planteamiento marxista de cultura? ¿Encuentra actual su pertinencia? Justifique su postura.

La gran trascendencia del festival
Regalar una hamaca es sinónimo de amistad y es definitivamente un buen regalo para conservar.
 Ellos fueron creados mediante decretos expedidos por el concejo municipal hace 4 años, dándole un lugar sobresaliente en las características culturales que vende la imagen del municipio ante la región y el país.
 La globalización de una u otra forma ha hecho sus estragos por los cambios 
 Este se articula con el Plan Nacional de Música para la convivencia del cual se ha tenido ayuda en formación pedagógica para los estudiantes y docentes. Teniendo en cuenta que el área de instrumentos musicales ha evolucionado en su diseño, material y estructura morfológica se obtuvo una adquisición de instrumentos vanguardista, esto con el propósito de facilitarle a la Banda Sinfónica en sus procesos de aprendizaje-enseñanza. Hoy durante cada año durante el mes de octubre se realiza “CELEBRA LA MÚSICA” actividad cultural auspiciado por el Ministerio de cultura; durante este dinamismo se realizan las presentaciones de todos las expresiones artísticas y culturales del municipio. 


Para abordar el análisis del pensamiento Marxista frente a la cultura debemos, como en cualquier otro caso, ubicarnos tanto en el contexto epistemológico cómo en el contexto socio-político-económico de la época (siglo XIX). Hago énfasis en lo económico pues para Marx éste fue un pilar fundamental en su trabajo.

De acuerdo al enfoque hegeliano -que en su momento se le llamó dialéctico-, nada es fijo o estático, todo cambia; nada es permanente (excepto el cambio).  Desde ésta perspectiva dialéctica, corroborada en la práctica, tanto el conocimiento cómo el contexto socio-político-económico de hoy es muy diferente a aquel en el cual Marx elaboró sus tesis; así mismo, la definición o el concepto de cultura es, si se quiere, diametralmente distinto en las dos épocas comparadas.

Como hoy sabemos, la cultura de un grupo humano es influenciada por factores como el clima, el medio ambiente, la geografía y, por supuesto, por la economía. Las relaciones de poder, sus transacciones mercantiles, etc., que dan cuenta de particularidades culturales,  están determinadas por el sistema económico imperante o, como lo llamaba Marx, por los modos de producción. El planteamiento marxista sobre cultura está no solo influenciado por la ideología  y el sentimiento de rebeldía contra el naciente capitalismo, si no enmarcado en el pensamiento epistemológico de la época postfeudalista donde el significado de cultura no era tan amplio como el de hoy, si no que éste concepto se asociaba al de educación, a la etiqueta o el glamour, a las “finas” maneras, a los festines y  las expresiones artísticas que, para ese momento (y durante mucho tiempo), estaban reservados casi exclusivamente a las élites sociales (burguesía).

No es de extrañar entonces que, en esos contextos y siendo coherente con su línea de pensamiento, el marxismo concibiera la cultura como una parte de la “superestructura social”, como un brazo más del “aparato ideológico” de imponía la clase dominante, donde “las normas culturales y los valores estaban determinados por la base social y económica de una sociedad” (Gibbins, 1989: 4. Citado por Araceli Mateos) en que la realidad objetiva (pertenencia a una clase social) condicionaba el pensamiento. Para el marxismo, la gente piensa lo que piensa según la realidad o la forma en que vive (si se es obrero se piensa como obrero, si se es burgués se piensa como burgués).

Pero los tiempos, y con él las cosas y las posturas y enfoques epistemológicos, han cambiado; el pensamiento marxista frente a la cultura de las sociedades encontraría, necesariamente, escenarios donde su aplicabilidad es difícil, casi incongruente: la modernidad; el mundo globalizado.  La antítesis del pensamiento marxista, si se quiere (en mi opinión es su complemento), puede encontrase en Bourdieu. En cuanto a la articulación entre lo simbólico (cultural) y lo económico, afirma Bourdieu que las personas piensan, sienten y actúan según su forma de vida (condicionada por su condición social) pero, a su vez, estos patrones subjetivos (culturales) “reproducen” los patrones sociales que las crean. “Lo social se interioriza en los individuos y logra que las estructuras objetivas concuerden con las subjetivas… Si hay una homología entre el orden social y las prácticas de los sujetos no es por la influencia puntual del poder publicitario o los mensajes políticos, sino porque esas acciones se insertan -más que en la conciencia, entendida intelectualmente- en sistemas de hábitos, constituidos en su mayoría desde la infancia” (UNAD. Módulo de Sociología de la Cultura).

Es completamente pertinente. Tristemente, a través de la historia se han evidenciado varios ejemplos que ratifican este demoledor y a la vez triste paradigma. Cuatro siglos después de Cristo el Imperio Romano, la fiera dominante, aplastaba y amalgamaba creencias, ritos e iniciaciones paganas en una única religión del Imperio, la religión católica, apostólica y romana. Once siglos después, la barbarie colonizadora aplastaba nuestra primera cultura para dejar apenas el rastro de nuestro más puro esplendor sobre unas creencias retrógradas, prehistóricas, erróneas y hasta satánicas. 

La Era Industrial se inauguraba la explotación del hombre por el hombre, con el ascenso vertiginoso del Capital sobre la igualdad entre los seres humanos y la alocada carrera hacia el tecnicismo extremo.

En nuestros días somos testigos cooperadores de la maquinaria que aplasta las culturas diferentes a la que homogeniza. Nos dejamos seducir por el “merchandising” europeo y norteamericano, por sus marcas y modas, por sus idiomas, por sus formas de hacer televisión y cine, por sus formas de verse, de vestir, hasta de cortarse el cabello. El internet y los medios masivos de comunicación nos explotan segundo a segundo con SU información, con SU forma de vestir, con SU forma de vivir, de pensar y de ser. Somos testigos directos del crisol en que la realidad se ha venido convirtiendo en los últimos tiempos. 


    ¿Cómo describe la relación entre  cultura y Globalización?


La tecnología como producto directo del desarrollo científico es el medio a través del cual el hombre crea las condiciones  más propicias en sus procesos productivos, descubre nuevas técnicas, nuevas formas de producción que conllevan al avance social en materia de solución de  necesidades sociales, económicas, culturales. En nuestra vida actual se habla con mucha naturalidad de ciencia, tecnología y cultura debido al creciente interés por todo lo relacionado con la diversidad cultural y las relaciones interculturales. Pero esto también se debe a masiva configuración global de las culturas por la constante avalancha de innovaciones tecnológicas.
Lo que antes era cultura ahora se puede decir que es una mezcla con tecnología, lo cual fomenta la aceptación de éstas como modalidades culturales. Por lo tanto, uno de los mayores retos para la cultura es comprender, valorar y manejar más a fondo y adecuadamente la proliferación de las innovaciones tecnológicas y científicas, aunque no se puede descartar y aunque parezca vano afirmar que la tecnología puede tener tropiezos provocados por las divisiones filosóficas entre ciencia, cultura y naturaleza.

La ciencia como conocimiento objetivo acerca de la naturaleza, la sociedad, el hombre y su pensamiento se nutre de la tecnología para abrirse nuevos espacios al entendimiento humano sobre su realidad y sus múltiples formas de relacionarse con su entorno y con el universo. Así mismo, la ciencia y la tecnología en su vertiginoso avance dimensionan hoy múltiples connotaciones sobre la diversidad cultural que matiza el complejo mundo de la modernidad y la globalidad.  Las ciencias humanas, las ciencias naturales, las ciencias sociales y demás ciencias del conocimiento humano, contribuyen a dimensionar la cultura humana y asume la revolución tecnológica para abarcar nuevas dimensiones para acceder al saber científico y ampliar los horizontes de la humanidad, matizados por profundas diferencias.
Martín Barbero habla de cómo los medios de comunicación, radio, prensa, televisión, han cambiado la cultura para mejorar la calidad de vida de las personas.  Estos cambios se fueron dando paulatinamente y a medida que esto pasaba nuevas formas de entender la cultura se empezaban a manifestar, hasta tal punto de lograr que el mercado cada vez creciera y con él, el consumismo. Sin embargo, ahora vivimos en un consumismo absoluto: Quien más tiene es quien más vale y por ende se convierte en quien ostenta más poder. Nos hemos convertido en esclavos de ese consumismo, ya no actuamos a conciencia sino guiados por comerciales y cosas materiales que “satisfacen” y hacen la “felicidad”.

En el contexto histórico-social de la humanidad ha existido una dinámica comunicativa entre las culturas mediante la cual se da apertura hacia otras culturas para lograr transformación y recreación de la propia y en la era de la información se compaginan experiencias de apropiación e innovación donde cada día se integra la imagen al campo de la producción de conocimientos. La ONU y la UNESCO resaltan la importancia de la cultura en el mundo contemporáneo y reconocen la multiplicidad cultural como paso decisivo a una coexistencia pacifico a nivel mundial y nacional. 

Para Foucault “las confrontaciones de la nueva época se cimientan en un conjunto de perspectiva y enunciados de carácter excluyente y descalificador de etnias por móviles económicos o de mercado.  Las diferencias culturales legitiman la violencia y modelos hegemónicos de grupos portentosos que atentan contra la convivencia y los derechos humanos, la perdida de saberes locales que sobreviven a los ambientes hostiles a sus creencias y formas de vida”.
Asimismo, para Arturo Escobar “las representaciones aluden tensión entre enfoques e intereses donde la identidad se construye denigrando del otro y generando violencia a partir de ordenamiento cultural que intenta sobrepasar las fronteras nacionales.  Bush justifica la guerra contra Irak, desde frases que magnifican las cualidades Norteamericanas y en teoría rechazan el odio, la violencia, el asesinato y la maldad,  mientras en la práctica imponen dominio y exclusión”.
En América Latina la globalización toma auge desde el renacimiento y adquiere en la época contemporánea modalidades de expansión y control.  La violencia física, imaginaria, simbólica de las metrópolis frente al tercer mundo, generando definiciones hegemónicas y saturando el discurso con conceptos de dominio de pensamiento y acción, formas de conocimiento, regulación de teoría y praxis por el poder y formas subjetivas que rodean tales discursos, imperan hoy.

En nuestro país se agrede a otro tildándolo de indio, Campeche, montañero, etc. Y en la violencia, godos, chulavitas, bandoleros, comunistas, antropófagos.  Hoy son héroes unos y otros narcoterroristas; unos son gente de bien y otros bandoleros.
La Cultura en nuestro tiempo es entendida como un “ambiente” en el que nosotros, los seres humanos, vivimos y creamos a la vez, no como una simple suma de creaciones intelectuales y artísticas. Esta es una clara visión acerca del conocimiento en la sociedad actual. La mayoría de las grandes ideas emancipatorias son reemplazadas por los éxitos del mercado y la teoría postmoderna se manifiesta en una amplia variedad de campos tales como el arte, las comunicaciones, la filosofía, las relaciones sociales, la política, la educación y la cultura, entre muchas otras.  Se carece de una teoría específica que explique la realidad y sus características específicas, totalmente contrario a como se pensaba y se creía en la Modernidad.
Aquello a lo que llamábamos “Modernidad” o “Proyecto  Moderno” ya ha hecho su tiempo y lo que vemos es que nuestros días son la experiencia de un fin como experiencia del fin mismo de la historia.  La historia ya no es entendida como un hilo conductor unitario, sino como una cantidad de informaciones, de crónicas, de los televisores que tenemos en casa encendidos día y noche, del Internet, de los noticiarios y su exagerado contenido actual, mundial, globalizado.  Todos aquellos grandes cuentos legitimados por la modernidad hacen parte, ahora, de una mente ya superada; nuestra cotidianidad es la coyuntura, el paso exacto entre un pensamiento débil o pos metafísico a otro fuerte o metafísico.
El individuo actual es un simple dato estadístico, una parte de la gran masa, un grano de arena perdido en el inmenso desierto. Un ejemplo cotidiano de esto es que políticamente no se lucha por ideales en sí sino por el electorado, los partidos políticos no poseen diferencias ideológicas, hasta éstos se han homogenizado y sucumbido ante el “mass-media”.  En tiempos pasados el sujeto se afirmaba en posición a los otros, pero en el mundo de hoy esa afirmación simplemente ha sido superada, porque el sujeto se ha conquistado, se ha liberado a sí mismo. 

“El Hoy es la no existencia de la realidad ni de la historia, se vive un simulacro de la realidad y una perpetua negación de la historia” (J. Baudrillard). “Los medios de comunicación que propenden por ser la única fuente para la percepción y comprensión de lo que “conviene” que suceda actúan como constructores de la realidad virtual, entendida como el simulacro en el que la representación mediática determina lo real y traza una nueva topografía del entorno percibido como real, propendiendo a negar la realidad real”.  Detrás de esta orgía de imágenes el mundo se oculta, se disfraza, se difumina la verdad filosófica entre las percepciones tecnológicamente asistidas y aparece el Simulacro, que se convierte en expresión ideológica.  Los Medios son los encargados de reproducir y transmitir dosis de actualidad desvinculadas de la historia, son los únicos interlocutores, los constructores de los escenarios más convenientes.

Es preciso argumentar que para comprender la ciencia y la tecnología como realizaciones culturales y manejar culturalmente las consecuencias de sus innovaciones, es preciso un marco conceptual que rompa las disociaciones tradicionales. Debe definirse claramente las ideas de cultura y naturaleza y que esta definición sea capaz de fructificar en nuevas tecnologías culturales de interpretación, valoración e intervención. Lo anterior no significa que tengamos que partir de cero; se trata de recuperar la antigua y moderna tradición prometida de la concepción integrada de las culturas. Por todo esto se va a exigir una capacidad de comprender la complejidad de la técnica y la ciencia y de manejar las transformaciones culturales y en los ambientes que ellas mismas conllevan, es decir, nuevas formas de interpretación y valoración para las novedades que hoy provocan confusión y propician actitudes de incertidumbre ante las innovaciones tecnológicas que hoy en día son parte de nuestra realidad y nuestro diario vivir.

La UNESCO promueve el dialogo intercultural y adopta la cultura como potencial para la convivencia, el progreso material y espiritual de la humanidad.  El dialogo intercultural es el mejor garante de la paz y evita segregacionismos y fundamentalismos religiosos, la exclusión cultural la exacerbación y los sentimientos de discriminación contra poblaciones, bajo el control político-militar de naciones poderosas; en una visión multilateral de la cultura, que caracteriza rasgos distintivos materiales, intelectuales, afectivos, espirituales de una sociedad o grupo social y que comprende además artes, letras, modos de vida y maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, creencias, tradiciones y la importancia de la vida en sociedad con todas las prácticas humanas en convivencia, justicia, bienestar y vida en comunidad.  Así de compleja es la diversidad cultural.  

características culturales de Regiones y el impacto que éstas han sufrido a partir de la incursión de los procesos de globalización

Famoso por su festival nacional del pito atravesao, hablemos de su gran impacto cultural que trasciende a nivel de globalización. 

Morroa o telar cultural de las sabanas, un colorido pueblo de la región Caribe colombiana, allí hilos se funden por la laboriosidad de muchos de sus habitantes dedicados al noble oficio de tejer hamacas; esas famosas redes que envuelven humanos en plácidas horas de descanso y ensoñación. Aquí se produce un buen número de esos lechos colgantes típicos de Colombia, así como su música. Y en Morroa suena mucha música también.

Festival del Pito Atravesao en Morroa y su impacto a nivel de globalización



Del 19 al 21 de junio Morroa celebra el Festival Nacional del Pito Atravesao, más que una fiesta, la convergencia de una serie de elementos, expresiones, labores y circunstancias que forman un crisol cultural muy representativo de esta Colombia diversa. La ocasión es propicia para que el mundo sepa el porqué del pito atravesao y de esas pintorescas hamacas, características de Morroa y de toda esa vasta zona inmersa en los llamados Montes de María.
El pito atravesao o flauta de millo, instrumento musical aerófono hecho del canuto de la caña de millo, tiene una lengüeta por la que pasan hebras de hilo que vibran con el paso del aire. Además, la flauta tiene cuatro perforaciones en su cuerpo que representan las notas musicales. Con este particular instrumento de viento, aporte indígena a muchos ritmos del Caribe, se interpreta predominantemente la cumbia, una expresión que es símbolo colombiano



Los antecedentes del Festival Nacional de Pito Atravesao, cuya primera edición ocurrió en 1988, se remontan a las pascuas floridas, bailes que tenían lugar en las esquinas del pueblo y se prolongaban hasta los albores del día siguiente. Estos festejos eran en el mes de diciembre, coincidiendo con la Navidad y el florecimiento rosado del matarratón, árbol característico del Caribe. La abundancia de las flores era el mejor presagio para terminar el viejo año y comenzar uno nuevo en medio de la prosperidad.
En un principio el festival se pensó como un complemento a las fiestas de San Blas, programadas en enero. Sin embargo, surgieron voces opositoras que defendían la idea de hacer una actividad independiente que realzara la música vernácula de pitos y tambores, y que al mismo tiempo, fuera auténtico reflejo de la tradición oral gracias a la cual las nuevas generaciones han conocido un tesoro de música y danzas.

Gentes de todas las edades recogen dicha versatilidad folclórica y al tiempo recrean lo que significó el asentamiento en la región de comunidades ancestrales como familia indígena zenú y su influencia en lo que hoy son las expresiones de Sucre en el ámbito musical y artesanal. Con dos décadas de existencia el Festival Nacional de Pito Atravesao se consolida como una ventana exponente del valor y la alegría del departamento.
Las hamacas, una simbología cultural de Morroa


También en Morroa y al tiempo con el surco de la música en el viento, las hamacas mecen el aire que fluye por la mencionada flauta de millo o “flauta e’ millo” como dicen en tierras caribeñas. Dichos tejidos hacen parte de la oralidad con la que se fueron formando estos pueblos donde la sangre fue pura indígena hasta que se dio el mestizaje con negros y españoles en el siglo XVI.
Las hamacas poseen un gran significado cultural para el municipio ya que provienen de una costumbre histórica que se ha conservado hasta nuestros días.





CARACTERÍSTICAS CULTURALES Y EL FENÓMENO DE LA GLOBALIZACIÓN EN SOACHA

El municipio de Soacha, histórica y prehistóricamente, ha sido un lugar muy rico. Ancestralmente el territorio le pertenecía a los Muiscas y su nombre es heredado de esta comunidad y de su lenguaje. Soacha (originalmente Suacha) se divide en dos palabras: Sua, que significa Sol, y Cha, que significa Varón. La Ciudad del Dios Varón. Según la tradición indígena, Bochica enseñó la agricultura, los tejidos, y el culto al sol. La leyenda cuenta que viendo estas tierras inundadas por Chibchacum, Bochica tomó un bastón mágico y rompió una gran roca con lo cual creó unas cataratas y desecó la sabana de Bogotá, formando el Salto del Tequendama, en cuyos abrigos rocosos se encontraron los restos fósiles del Hombre del Tequendama, una de las huellas de presencia humana más antiguas de Colombia.
Soacha se convirtió en una parte muy esencial de los alrededores de Bogotá. A principios de los 90, Soacha ya tenía una población de 169.071 que iría aumentando rápidamente, ya que con la urbanización y crecimiento de la localidad de Bosa, la Autopista Sur terminó por unir completamente a Soacha con el Distrito Capital sin que exista diferencia alguna entre ambos cascos urbanos. En el censo de 1993, Soacha tenía 183.997 habitantes y esta cifra para 1999 ya se había elevado hasta los 278.000. Hoy en día, Soacha es un gran suburbio conurbado en el Área Metropolitana de Bogotá que fácilmente llega al millón de habitantes.
Esto ha implicado serios problemas como la sobrepoblación, la pobreza, la invasión de zonas montañosas para la construcción de casas, la llegada masiva de familias enteras en condición de Desplazamiento debido a la guerra que se vive en los campos, el caos vehicular y de transporte y la falta de presupuesto para atender a la población. La administración de Bogotá ha intentado en varias ocasiones hacer de Soacha una localidad más de esta pero su gobierno se ha negado, pues Soacha muy seguramente entraría a ser un barrio menospreciado, como le ha ocurrido a los antiguos municipios de como Usme y Suba.
Para este 2014 se ratificó la conurbación que existe con la Capital debido a la llegada al municipio del sistema TransMilenio  y que permite una comunicación total con cualquier otro barrio de la metrópoli.
Esta enorme problemática que se vive a diario dentro de este municipio, el más grande y pobre de la nación y en el cual habito hace casi treinta años, se acrecienta a cada momento. No obstante, y como lo afirmaba al principio, Soacha fue un territorio muy rico en rasgos y diferentes dimensiones culturales que aún hoy se pueden ver dentro de sus límites. El arte rupestre (encontrado en las colinas que bordean el municipio, en la comuna 5, actualmente la zona conocida como San Mateo), las construcciones coloniales (más que todo levantadas en el centro del municipio y alrededor del Parque Principal), el Festival del Sol y de la Luna (fiesta organizada en las seis comunas y los dos corregimientos dentro del municipio al final de cada año) y su gastronomía (almojábanas, garullas, dulces, picada de cerdo) se cuentan entre las más importantes, así como las ruinas precolombinas del Tuso en el corregimiento 2, El Charquito, y el hallazgo de El Hombre del Tequendama, uno de los restos humanos más antiguos encontrados dentro del territorio nacional.   
Dentro del municipio se vive el fenómeno de la globalización como se vive normalmente en una sociedad pobre, sin recursos, llena de carencias y falta de identidad. Se abre una enorme brecha tecnológica, la comunidad se ve bombardeada por los medios masivos de comunicación con sus mensajes consumistas y obscenos, la falta de conocimiento e ignorancia los convierten en presas fáciles de la televisión basura y de la incesante lluvia de acontecimientos que se dan a nivel global segundo a segundo, la falta de identidad crea jóvenes fotocopiados, imitadores de la ropa, de los deportes extremos, de los cortes de cabello, de los géneros musicales. Eso, sumado a la inmensa problemática que afecta directamente todas las dimensiones del diario vivir en un país como Colombia, generan en el individuo un estado casi vegetativo en cuanto a aspectos culturales.
Normas éticas y morales tan puntuales como comprar y leer un libro al mes, respetar al otro, no tomar lo que no pertenece, cuidar y fomentar la cultura propia, son temas tan lejanos en la vida de las personas en nuestra sociedad actual que se termina por remedar lo que es más fácil, lo que es más vacuo, lo que está in. Como cualquier sociedad contemporánea perdemos contra el enorme monstruo, contra el “mass media”, contra la brecha que se abre como cuando la tierra se divide luego de un terremoto. Al respecto dice un foro que encontré en Internet de la Universidad ICESI de Cali, Colombia:
“Es evidente cómo con cada día que pasa las TICs influyen más en nuestras vidas y hasta qué punto nos apoyamos en ellas para crecer, al mismo tiempo pareciera haber un abismo entre los usuarios de tecnología y lo que ni si quiera las conocen. Es por esto que debemos encontrar la manera de acercar estas herramientas a quienes se encuentran lejos de ellas, es decir superar este gran abismo o esta brecha tecnológica que suelen llamar “segundo analfabetismo”. Es increíble la rapidez con la que avanza la tecnología, cada día que pasa salen al mercado nuevas TICs, las cuales hacen que aumente aún más la brecha tecnológica. Los países pobres no pueden ir al ritmo del avance tecnológico por lo que hay un gran efecto negativo; la brecha tecnológica hace más pobres a los pobres. Debemos reconocer también que la tecnología no es un lujo como muchos creen, es una necesidad básica que sirve como herramienta para solucionar problemas tan grandes como la pobreza, tanto así, que encontramos estudios que argumentan que para erradicar la pobreza en países como Bangladesh o Malawi se necesita de ciencia, la tecnología y la innovación”.


Características Culturales de la Jagua de Ibirico, Cesar 
Nuestra región en especial la jagua de Ibirico Cesar, es un municipio con una 
riqueza en diversidad cultural a lo largo y ancho de la demografía social. Los 
patrimonios culturales: La Banda cumbancheros del ritmo, Banda de Apa´ y la 
dinastía pinto quienes desde hace 40 años representan la idiosincrasia de los 
habitantes de la localidad, las costumbres musicales en las fiestas tradicionales, se 
han mantenido en el tiempo llevando consigo la música tradicional vallenata en 
formato sinfónico en todo lo largo del departamento del Cesar, la Guajira, norte de 
Santander y partes del magdalena.


que se ha generado a partir de la transculturación, la industria de los nuevos 
géneros musicales han invadido las red de medios de comunicación y la tecnología, 
esto ha permitido que los patrimonios culturales se han desplazados por estos 
nuevos artistas.


Impacto que ha sufrido la jagua de Ibirico a partir de la incursión de los 
procesos de globalización.

Gracias a la tecnología, y a la avance de la globalización; desde nuestro municipio 
tuvimos la oportunidad de acceder a la página del Ministerio de Cultura y realizar la 
inscripción de los procesos culturales música, danza, artes plásticas y teatro del 
Centro de Formación Artístico y cultural “Alberto Mendoza Ríos” del municipio de la 
Jagua de Ibirico Cesar.

Evidencias que son subidas a la página de la Alcaldía municipal y puedan ser vistas 
por el mundo entero, y además conocer el trabajo que se desarrollan al interior del 
centro de formación. El objetivo es seguir fomentando la identidad, tradiciones, esparcimiento cultural y apoyar al desarrollo del talento de niños y jóvenes. 



REFERENCIAS 
- Medios y culturas en el espacio latinoamericano Artículo de revista Martín-Barbero, Jesús. Medios y culturas en el espacio latinoamericano. Pensar Iberoamérica. Revista de Cultura, 2004 no. 5
- Muñoz Sedano, Antonio. La educación multicultural e intercultural. Edit, Espasa. Madrid 2002.
- Mejía J. María Isabel. Las TIC en la sociedad y la educación. Computadores para educar. MEN. 2003

- Rubio Cardona, Ricardo Alfredo. Ramos Pérez Juan Carlos. Perspectivas Culturales. Módulo UNAD. 2012.
www.colombia.travel


AUTORES:
- Vilma Salgado
- Rodrigo Guerrero
- Kevin Alvin Mendoza
- Pedro Jose Severiche                                                            

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